Ilustración por Diego Martínez García

Ilustración por Diego Martínez García

martes, 7 de agosto de 2012

Día del Niño

Más libros, menos juguetes 

Para este Día del Niño, Sumando Libros les propone reflexionar sobre uno de los más lindos regalos que un chico puede recibir en su día: un libro.
Muchas veces escuchamos decir que “los chicos ya no leen” o nos quejamos por la falta de interés por los libros, pero ¿nos planteamos si reciben el estímulo para hacerlo?, ¿hay libros a su alcance?, ¿ven a sus papás o abuelos leyendo?
La lectura es un hábito que los chicos necesitan ejercitar desde pequeños, y si esperamos que se conviertan en adolescentes y adultos lectores, es nuestra responsabilidad ayudarlos desde bebés, poniendo a su disposición el libro como un juguete más, un objeto de descubrimiento que despierte en ellos la misma curiosidad que un cubo de encastres o un instrumento musical. Somos nosotros quienes debemos enseñarles a usarlo y dedicar un momento de cada día para leerles, mostrarles las imágenes, imitar con ellos los sonidos y hacer representaciones de lo que vemos. Así, el bebé empieza a disfrutar desde sus primeros meses del placer de la lectura y de esos momentos especiales compartidos con mamá, papá, abuelos o tíos.
Hay libros para todas las edades. Desde los primeros meses podemos mostrarles y darles libros de tela, con colores llamativos, texturas y sonidos, para que se familiaricen con el formato de un libro. Alrededor del año, les podemos ofrecer libros de cartón grueso para que ellos manipulen, con imágenes sencillas de colores llamativos, o imágenes de objetos familiares o de animales que podamos jugar a imitar. Cerca de los dos años, incluso antes, podemos contarles historias cortas, acompañadas de imágenes (los libros que tienen no más de una oración por página son ideales).
A partir de los 3, ya podemos contarles cuentos un poco más extensos,  e ir aumentando la complejidad de la historia a medida que mantienen más la atención.  Los cuentos clásicos con ilustraciones pueden ser una buena opción.  Cuando comiencen a leer solos (alrededor de los 5, 6 años)  es conveniente elegir historias cortas, que despierten su interés.
Siempre es recomendable saber algo del libro que vamos a comprar, por recomendación de alguien, o por haberlo leído.  Si bien los clásicos nunca fallan, hay libros modernos de muy buena calidad. No hay que perder de vista la calidad literaria, las ilustraciones ni las enseñanzas o valores que encierra el libro. Muchas veces conviene salir de lo “comercial” o de los libros de personajes de la televisión, que de alguna manera limitan la imaginación que pueden estimular otros libros.
Algunas recomendaciones por edad:
Para bebés: libros de tela con colores llamativos, sonidos y texturas.  Hay mucha variedad, las marcas de juguetes suelen tener, por ejemplo, Fisher Price o Jollybaby.



Alrededor del año: libros de cartón, como la Colección Chiquita de Editorial Remolino, la Colección Descubre de Catapulta Editores, la colección de Mis pequeñas imágenes sonoras y Baby senses.


A partir de los dos años: sugerimos libros “álbum”, como No es una caja y  P de papá o libros con historias breves y divertidas como Ay, hay un monstruo en mi cuarto o El cavaré de las hormigas.


A partir de 5 años (para leerles nosotros): Discurso del oso (Julio Cortázar), La hormiguita viajera (Constancio Vigil), Dailan Kifki (María Elena Walsh), Cosita Linda (Anthony Browne) o versiones de cuentos tradicionales. 




Para los más grandecitos, dependiendo de los intereses, hay una innumerable cantidad de opciones. Acá van algunas sugerencias según nuestros gustos: Abuelas con Identidad, Enciclopedia de malos alumnos, El Principito, libros sobre mitos y leyendas de nuestro país…




¡Y la lista es infinita!

1 comentario:

  1. q buena idea,ojalá muchas mamás se prendan,también muchos niños y jovenes,y comprendan q solo leyendo libros se consigue ampliar el conocimiento,pensamiento,la reflexion,la opinion,el entendimiento,una forma de ser libres,no libertinos,desde ahora y para siempre.-

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